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Visto por Chaplin

¿Què evoca mi nombre en el espíritu del hombre de la calle? Una silueta menuda pateticamente mal vestida, un bombín abollado, un pantalón demasiado ancho, unos zapatos enormes y un pretencioso bastón. Si, ese bastón es mpresindible para mi personaje. Es toda mi filosofìa. No solo lo llevo como emblema de respetabilidad, sino que también me sirve para desafiar al destino y la adversidad. Pero ese pobre ser pequeño, asustado, enclenque y destruido que represento en la pantalla jamás acaba en las garras de los que lo atormentan. Se eleva por encima de sus sufrimientos y, aunque sea victima de circunstancias adversas, se niega a aceptar la derrota. Cuando sus esperanzas, sus sueños y sus aspiraciones se desvanecesn en la futilidad y la nada, se limita a alzar los hombros y darse media vuelta. Resultaba bastante paradojicoque esta figura trágica haya provocado mas risas que ninguna otra de la pantalla o la escena. Y es que la risa está muy próxima a las lágrimas y viceversa.

CHARLOT

 

1914-Siempre

"Es al tiempo un vagabundo, un caballero, un poeta, un soñador, un tipo solitario que espera siempre el idilio o la aventura, sin embargo lo máximo que hace es coger colillas o robarle el caramelo a un bebé."

                                                                                                                              Mack Sennett

"No tenía idea sobre qué maquillaje ponerme. No me gustaba mi personaje como reportero (en Charlot periodista). Sin embargo en el camino al guardarropa pensé en usar pantalones bombachudos, grandes zapatos, un bastón y un sombrero hongo. Quería que todo fuera contradictorio: los pantalones holgados, el saco estrecho, el sombrero pequeño y los zapatos anchos. Estaba indeciso entre parecer joven o mayor, pero recordando que Sennett quería que pareciera una persona de mucha más edad, agregué un pequeño bigote que, pensé, agregaría más edad sin ocultar mi expresión. No tenía ninguna idea del personaje pero tan pronto estuve preparado, el maquillaje y las ropas me hicieron sentir el personaje, comencé a conocerlo y cuando llegué al escenario ya había nacido por completo".

Toda la poesía que he aprendido procuro definirla en mis comedias. Me esfuerzo por grabar en el celuloide mi duda filosófica sobre la vida.

Si mi guión incorpora a un traidor procuro que cometa algún acto bondadoso; intento crear la duda en el público, mostrar que el individuo que actúa mal un lunes bajo la influencia de determinadas circunstancias puede comportarse impecablemente el martes en otras circunstancias. Todo es relativo.

Mi filosofía me empuja a no pedir demasiado a esos pobres desgraciados que perturban con sus payasadas nuestro taciturno planeta. Me siento mas proclive a un ligero escepticismo  amable de tolerancia y benevolencia.

 

Aunque el fundamento del personaje recide en gran medida en su infancia y en su experiencia en espectáculo, también le sirven de inspiración determinados gestos de los cómicos con los que había coincidido en Inglaterra.

Su creación tiene efectos inmediatos: la imagen de "Charlot" se propaga por todo Estados Unidos como una ola. Con mucha inteligencia y siempre queriendo llamar la atención se esfuerza por inventar un gag propio. "Charlot" se vuelve un héroe universal, adquiere la condición de  ícono, y se convierte en una imagen publicitaria que se sale de las manos de su creador. La prensa pública tiras cómicas con sus aventuras, de haber sido creado en nuestros días "Charlot" seguramente seria un héroe de videojuegos. Sobretodo despierta el entusiasmo en todas las capas sociales: la gente lo adora porque los redime cómicamente a la cotidianidad.

La necesaria evolución del personaje propicia la aparición del realismo social en el cine de Chaplin La identificación entre el autor y su personaje alcanza tal perfección que la estrategia cómica funda la dimensión política de su obra.

La combinación entre el estilo de Chaplin y la eficacia de Sennett los convierten en un éxito: se alargan las colas de las taquillas y Chaplin aprovecha para pedirle a Sennett que le permita dirigir sus propias películas.

"Si el cine no hubiera existido, "Charlot" hubiera sido un payaso genial, pero el cine le permitió elevar la comedia del circo a un mayor nivel estético. Queda señalar que las mejores películas de este personaje pueden volver a verse una y otra vez sin que disminuya el placer; muy al contrario. Sin duda este hecho se debe a que la satisfacción de sus gags es inagotable por su profundidad, al finalizarlas, queda un placer mucho mas refinado que es el reconocimiento de una perfección". André Bazin

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